La visión de inversión en Bitcoin del macro maestro Paul Tudor Jones
En los mercados financieros actuales, el riesgo a menudo proviene de un juicio erróneo colectivo sobre la "seguridad". Como dijo Paul Tudor Jones, "todos los caminos conducen a la inflación". El Bitcoin, en su opinión, ya no es el modelo ideal de moneda futura, sino una respuesta instintiva del mercado de capitales global para "escapar del sistema crediticio", un intento de los inversores de buscar nuevas herramientas de refugio tras el colapso de la fe en los bonos soberanos.
Tudor Jones no es un entusiasta de las criptomonedas. Desde la perspectiva de un gestor de fondos de cobertura macro, examina Bitcoin como una evolución de la clase de activos, una respuesta de estrés de capital ante el deterioro de la credibilidad de las monedas fiduciarias, la creciente monetización de la deuda y la ineficacia de las políticas de los bancos centrales. La escasez de Bitcoin, su naturaleza no soberana y su transparencia constituyen nuevas "fronteras monetarias".
Su perspectiva de configuración se basa en un marco macroeconómico: trampas de deuda, ilusiones económicas, represión financiera y el largo plazo del inflacionismo. Este sistema está empujando los activos financieros tradicionales hacia una zona de ineficacia en la fijación de precios, mientras que Bitcoin, el oro y las acciones de alta calidad están formando una nueva "tríada macroeconómica" para hacer frente a los déficits fiscales, la escasez de crédito y la quiebra de la fe soberana.
Trampas de deuda y ilusiones económicas: El desequilibrio fiscal es la línea central del mundo actual
Tudor Jones enfatiza que Estados Unidos enfrenta no una crisis cíclica, sino una crisis fiscal estructural. El gobierno ha dependido durante mucho tiempo de tasas de interés bajas y flexibilización fiscal, "adelantando el futuro" constantemente, lo que ha llevado a que el nivel de deuda sea difícil de resolver con herramientas convencionales. Él enumeró una serie de indicadores clave:
La deuda total del gobierno federal supera los 35 billones de dólares, aproximadamente el 127% del PIB.
El déficit presupuestario anual supera los 2 billones de dólares, existiendo de manera continua incluso en tiempos de paz.
Los ingresos fiscales anuales son de solo 5 billones de dólares, y la relación entre la deuda y los ingresos se acerca a 7:1
En los próximos 30 años, solo el gasto en intereses superará el gasto en defensa.
Para 2050, la deuda federal de Estados Unidos podría alcanzar entre el 180% y el 200% del PIB.
Esta situación fue denominada por él como "trampa de deuda": el aumento de las tasas de interés incrementa la carga de intereses del gobierno, mientras que la disminución de las tasas intensifica las expectativas de inflación. Cada opción política parece ser incorrecta.
Más grave aún es el "engaño económico" a nivel institucional. Existe una complicidad entre políticos, mercados y el público que finge que la situación fiscal es sostenible, aunque todos son conscientes de que no es así. Esta negación estructural genera una aparente calma en el mercado que acumula inestabilidad sistémica. Una vez que se presenta un factor desencadenante, como el fracaso en una subasta de deuda pública o una rebaja en la calificación crediticia, puede dar lugar a un "momento Minsky de bonos": el mercado vuelve a valorar repentinamente el riesgo, provocando un aumento vertiginoso en los rendimientos y un colapso en los precios de los bonos.
La reversión de la fe en los bonos: la "risco de no retorno" de los bonos del Tesoro estadounidense
Durante mucho tiempo, ha sido un conocimiento común en la construcción de carteras asignar un cierto porcentaje de bonos del gobierno a largo plazo como activos "sin riesgo". Sin embargo, en el marco macroeconómico de Tudor Jones, esta lógica está siendo desafiada. Él ha declarado abiertamente que no desea mantener ningún activo de renta fija, considerando que los bonos del gobierno estadounidense a largo plazo están experimentando una crisis sistémica de "desajuste de precios".
Él compara a los actuales tenedores de bonos a largo plazo con "prisioneros de la ilusión crediticia". Aunque la deuda pública sigue siendo un activo sin riesgo en términos nominales, en realidad inevitablemente se devaluará, convirtiéndose así en un "riesgo sin retorno". Este juicio no es una visión bajista táctica a corto plazo, sino una negación de la lógica de crédito y precio de toda la clase de activos de bonos.
Para ello, Tudor Jones propuso un marco de negociación estructural de tasas de interés: la negociación de aplanamiento de la curva de rendimiento. La idea es ir en largo en bonos a corto plazo y en corto en bonos a largo plazo, apostando a que la curva de rendimiento se transforme de "inversa" a "normal" y empinada, lo que indica un importante cambio en la lógica de precios de riesgo en el mercado de bonos.
En el marco de la asignación de activos macroeconómicos, la definición de "seguridad" está siendo reestructurada. Los activos de refugio tradicionales, como los bonos del Tesoro de EE. UU., ya no son seguros bajo un contexto de dominación fiscal; mientras que el Bitcoin, por su resistencia a la censura, falta de crédito y escasez, está siendo gradualmente incorporado por el mercado como "nuevo activo refugio" en el núcleo de la cartera.
La revalorización lógica de Bitcoin: de "moneda marginal" a "ancla macroeconómica"
Dudley Jones ya no ve el Bitcoin únicamente como el activo de riesgo de mejor rendimiento, sino que lo considera una herramienta de "cobertura institucional", una posición necesaria para enfrentar los riesgos políticos incontrolables y las crisis fiscales. Sus puntos de vista clave incluyen:
La escasez es la propiedad monetaria central de Bitcoin.
La dinámica de oferta y demanda de Bitcoin presenta una "desajuste de valor".
Alta volatilidad no equivale a alto riesgo, la clave está en la "asignación ponderada por volatilidad".
La adopción institucional está acelerando la mainstreamización de Bitcoin.
Bitcoin es un ancla de configuración que se opone a la "soberanía monetaria".
Tudor Jones cree que el Bitcoin debería ser asignado a una proporción de aproximadamente 1/5 del oro, y que se debería acumular a través de herramientas como ETFs o futuros regulados. Esto no es una especulación táctica, sino una forma estándar de tratar activos de alta volatilidad dentro del presupuesto de riesgo.
"Velocidad de escape" y principios de configuración: reestructuración de activos bajo el modelo de tres monedas de cobertura
Dudor Jones define el Bitcoin, el oro y las acciones como un "trío antiinflacionario", pero este trío no es de igual peso ni estático, sino que se distribuye dinámicamente según la volatilidad, la valoración y las expectativas de política. Ha formado un conjunto de principios operativos:
Equilibrio de volatilidad: el peso de la configuración de Bitcoin debe ajustarse según la volatilidad.
Configuración estructural: Bitcoin es la barrera de activos subyacentes diseñada para toda la lógica de "aumento del riesgo crediticio soberano".
Implementación de herramientas: evitar la custodia de monedas y las barreras de cumplimiento a través de posiciones en ETF y futuros.
Cortafuegos de liquidez: establecer un mecanismo de salida por caída máxima para controlar el riesgo durante la fase de "revalorización intensa".
Este conjunto de estrategias construye una estructura defensiva de cobertura basada en Bitcoin, donde el papel de Bitcoin es más como "la póliza de seguro del sistema monetario".
Estructura de confianza futura: de las finanzas soberanas al consenso algorítmico
Dudley Jones considera que el actual sistema monetario global está experimentando un "golpe de estado silencioso": la política monetaria ya no está dominada por bancos centrales independientes, sino que se ha convertido en un medio de financiación para las autoridades fiscales. En este contexto, Bitcoin posee ventajas institucionales como la propiedad no soberana, la liquidación sin confianza, el crecimiento de la demanda marginal y la consistencia temporal.
Lo que vio fue el reemplazo de la base de confianza de la estructura financiera: la migración de la confianza soberana a la confianza en el código. Cuando el mercado se dé cuenta de que la restitución de la austeridad fiscal ya no es posible, que los bancos centrales mantendrán tasas de interés reales negativas y que la lógica de descuento de los activos a largo plazo se desmorona, la "escasez fuera del sistema" que representa el Bitcoin será reevaluada.
Conclusión: Elige escasez y disciplina antes de que termine la ilusión macroeconómica
El juicio de asignación de activos de Tudor Jones se puede entender como un triple compromiso:
Selecciona activos que protejan contra la inflación, en lugar de activos de rendimiento nominal.
Elige la escasez matemática en lugar del compromiso de crédito del gobierno.
Elegir mecanismos de mercado que puedan operar de manera coherente, en lugar de ilusiones de respaldo político.
Estas tres opciones convergen en Bitcoin. En el contexto actual de "el capital necesita un refugio, mientras que la soberanía está destruyendo su propio sistema crediticio", Bitcoin se ha convertido en una respuesta realista. Si creemos que la deuda no se contraerá automáticamente, que el déficit no dejará de crecer, que la inflación no regresará al 2%, que los bancos centrales no actuarán de forma independiente y que las monedas fiduciarias no volverán al patrón oro, entonces Bitcoin podría ser una de las respuestas que permanezca tras la ruptura del guion ilusionista.
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OffchainWinner
· 07-26 19:28
Bitcoin es el tesoro de la humanidad
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GovernancePretender
· 07-24 02:00
Elige BTC como protección contra la inflación
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GateUser-aa7df71e
· 07-24 01:42
BTC aún debe introducir una posición
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CryptoAdventurer
· 07-24 01:38
Posición corta en espera de que el experto nos lleve al éxito
El maestro macro Tudor Jones: Bitcoin es el núcleo de la nueva generación de herramientas de cobertura.
La visión de inversión en Bitcoin del macro maestro Paul Tudor Jones
En los mercados financieros actuales, el riesgo a menudo proviene de un juicio erróneo colectivo sobre la "seguridad". Como dijo Paul Tudor Jones, "todos los caminos conducen a la inflación". El Bitcoin, en su opinión, ya no es el modelo ideal de moneda futura, sino una respuesta instintiva del mercado de capitales global para "escapar del sistema crediticio", un intento de los inversores de buscar nuevas herramientas de refugio tras el colapso de la fe en los bonos soberanos.
Tudor Jones no es un entusiasta de las criptomonedas. Desde la perspectiva de un gestor de fondos de cobertura macro, examina Bitcoin como una evolución de la clase de activos, una respuesta de estrés de capital ante el deterioro de la credibilidad de las monedas fiduciarias, la creciente monetización de la deuda y la ineficacia de las políticas de los bancos centrales. La escasez de Bitcoin, su naturaleza no soberana y su transparencia constituyen nuevas "fronteras monetarias".
Su perspectiva de configuración se basa en un marco macroeconómico: trampas de deuda, ilusiones económicas, represión financiera y el largo plazo del inflacionismo. Este sistema está empujando los activos financieros tradicionales hacia una zona de ineficacia en la fijación de precios, mientras que Bitcoin, el oro y las acciones de alta calidad están formando una nueva "tríada macroeconómica" para hacer frente a los déficits fiscales, la escasez de crédito y la quiebra de la fe soberana.
Trampas de deuda y ilusiones económicas: El desequilibrio fiscal es la línea central del mundo actual
Tudor Jones enfatiza que Estados Unidos enfrenta no una crisis cíclica, sino una crisis fiscal estructural. El gobierno ha dependido durante mucho tiempo de tasas de interés bajas y flexibilización fiscal, "adelantando el futuro" constantemente, lo que ha llevado a que el nivel de deuda sea difícil de resolver con herramientas convencionales. Él enumeró una serie de indicadores clave:
Esta situación fue denominada por él como "trampa de deuda": el aumento de las tasas de interés incrementa la carga de intereses del gobierno, mientras que la disminución de las tasas intensifica las expectativas de inflación. Cada opción política parece ser incorrecta.
Más grave aún es el "engaño económico" a nivel institucional. Existe una complicidad entre políticos, mercados y el público que finge que la situación fiscal es sostenible, aunque todos son conscientes de que no es así. Esta negación estructural genera una aparente calma en el mercado que acumula inestabilidad sistémica. Una vez que se presenta un factor desencadenante, como el fracaso en una subasta de deuda pública o una rebaja en la calificación crediticia, puede dar lugar a un "momento Minsky de bonos": el mercado vuelve a valorar repentinamente el riesgo, provocando un aumento vertiginoso en los rendimientos y un colapso en los precios de los bonos.
La reversión de la fe en los bonos: la "risco de no retorno" de los bonos del Tesoro estadounidense
Durante mucho tiempo, ha sido un conocimiento común en la construcción de carteras asignar un cierto porcentaje de bonos del gobierno a largo plazo como activos "sin riesgo". Sin embargo, en el marco macroeconómico de Tudor Jones, esta lógica está siendo desafiada. Él ha declarado abiertamente que no desea mantener ningún activo de renta fija, considerando que los bonos del gobierno estadounidense a largo plazo están experimentando una crisis sistémica de "desajuste de precios".
Él compara a los actuales tenedores de bonos a largo plazo con "prisioneros de la ilusión crediticia". Aunque la deuda pública sigue siendo un activo sin riesgo en términos nominales, en realidad inevitablemente se devaluará, convirtiéndose así en un "riesgo sin retorno". Este juicio no es una visión bajista táctica a corto plazo, sino una negación de la lógica de crédito y precio de toda la clase de activos de bonos.
Para ello, Tudor Jones propuso un marco de negociación estructural de tasas de interés: la negociación de aplanamiento de la curva de rendimiento. La idea es ir en largo en bonos a corto plazo y en corto en bonos a largo plazo, apostando a que la curva de rendimiento se transforme de "inversa" a "normal" y empinada, lo que indica un importante cambio en la lógica de precios de riesgo en el mercado de bonos.
En el marco de la asignación de activos macroeconómicos, la definición de "seguridad" está siendo reestructurada. Los activos de refugio tradicionales, como los bonos del Tesoro de EE. UU., ya no son seguros bajo un contexto de dominación fiscal; mientras que el Bitcoin, por su resistencia a la censura, falta de crédito y escasez, está siendo gradualmente incorporado por el mercado como "nuevo activo refugio" en el núcleo de la cartera.
La revalorización lógica de Bitcoin: de "moneda marginal" a "ancla macroeconómica"
Dudley Jones ya no ve el Bitcoin únicamente como el activo de riesgo de mejor rendimiento, sino que lo considera una herramienta de "cobertura institucional", una posición necesaria para enfrentar los riesgos políticos incontrolables y las crisis fiscales. Sus puntos de vista clave incluyen:
Tudor Jones cree que el Bitcoin debería ser asignado a una proporción de aproximadamente 1/5 del oro, y que se debería acumular a través de herramientas como ETFs o futuros regulados. Esto no es una especulación táctica, sino una forma estándar de tratar activos de alta volatilidad dentro del presupuesto de riesgo.
"Velocidad de escape" y principios de configuración: reestructuración de activos bajo el modelo de tres monedas de cobertura
Dudor Jones define el Bitcoin, el oro y las acciones como un "trío antiinflacionario", pero este trío no es de igual peso ni estático, sino que se distribuye dinámicamente según la volatilidad, la valoración y las expectativas de política. Ha formado un conjunto de principios operativos:
Este conjunto de estrategias construye una estructura defensiva de cobertura basada en Bitcoin, donde el papel de Bitcoin es más como "la póliza de seguro del sistema monetario".
Estructura de confianza futura: de las finanzas soberanas al consenso algorítmico
Dudley Jones considera que el actual sistema monetario global está experimentando un "golpe de estado silencioso": la política monetaria ya no está dominada por bancos centrales independientes, sino que se ha convertido en un medio de financiación para las autoridades fiscales. En este contexto, Bitcoin posee ventajas institucionales como la propiedad no soberana, la liquidación sin confianza, el crecimiento de la demanda marginal y la consistencia temporal.
Lo que vio fue el reemplazo de la base de confianza de la estructura financiera: la migración de la confianza soberana a la confianza en el código. Cuando el mercado se dé cuenta de que la restitución de la austeridad fiscal ya no es posible, que los bancos centrales mantendrán tasas de interés reales negativas y que la lógica de descuento de los activos a largo plazo se desmorona, la "escasez fuera del sistema" que representa el Bitcoin será reevaluada.
Conclusión: Elige escasez y disciplina antes de que termine la ilusión macroeconómica
El juicio de asignación de activos de Tudor Jones se puede entender como un triple compromiso:
Estas tres opciones convergen en Bitcoin. En el contexto actual de "el capital necesita un refugio, mientras que la soberanía está destruyendo su propio sistema crediticio", Bitcoin se ha convertido en una respuesta realista. Si creemos que la deuda no se contraerá automáticamente, que el déficit no dejará de crecer, que la inflación no regresará al 2%, que los bancos centrales no actuarán de forma independiente y que las monedas fiduciarias no volverán al patrón oro, entonces Bitcoin podría ser una de las respuestas que permanezca tras la ruptura del guion ilusionista.